Duane Michals y sus "cosas raras"
- June
- Feb 2, 2016
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Esta serie se titula "Las cosas son raras" realizada por Duane Michals. No hay que decir que es una serie seductora, que atrapa.
Primero vamos a averiguar quién es....
DUANE MICHALS es un fotógrafo estadounidense. Nace en McKeesport, Pennsylvania, en 1932, de una familia de origen checo. Desde los 14 años se interesa vivamente por el arte, tomando clases de acuarela en Pittsburg. A los 17, la lectura de Leaves of Grass de Walt Whitman le impresiona hasta el punto de considerarlo una revelación en su vida. Estudia la licenciatura de bellas artes en la Universidad de Denver, iniciando después un curso de postgrado en la Escuela de Diseño Parsons, aunque abandona los estudios de diseñador gráfico antes de finalizarlos. Aún así, comienza a desarrollar encargos publicitarios. Su primer trabajo de relevancia es como asistente artístico del director en Danze Magazine. En 1958, visita Rusia y se aficiona a la fotografía; allí realiza excelentes instantáneas que después son publicadas en medios escritos. En 1968 es contratado por el gobierno de México para fotografiar los Juegos Olímpicos. Son múltiples sus portadas de magazines de la importancia de Life o Vogue. También trabaja en campañas publicitarias para Elizabeth Arden, Revlon y Eli Lilly. En los años 70, comienza con sus series fotográficas, bajo las adscripción genérica de Sequences, a las que añade texto paulatinamente. En 1995 publica su homenaje personal a Walt Whitman, Salute, Walt Whitman.
Atget es el fotógrafo que más ha influido en sus obras. Aunque en sus fotografías se nota la influencia del surrealismo, especialmente Magritte y Balthus. Sin embargo, suele introducir elementos de reflexión sobre la existencia humana.
Se le considera uno de los principales representantes de la fotografía conceptual y filosófica. Revolucionando totalmente la percepción del arte de la fotografía.


Michals:
“Creo en lo invisible. No creo en lo visible. No creo en la realidad absoluta de lo que nos rodea. Para mí, la realidad reside en la intuición y en la imaginación, y en esa pequeña voz que dice: ¡¿No es extraordinario?! Las cosas de nuestras vidas son sombras de la realidad y nosotros también somos sombras. La mayoría de los fotógrafos centran su atención en lo obvio. Creen y aceptan lo que les dicen sus ojos, pero los ojos no saben nada. El problema es dejar de creer lo que todos creemos (que la realidad está ahí para ser fotografiada y documentada) y empezar a mirar en el alma como fuente original de nuestra experiencia fotográfica. Estar preparados a todas horas para cuestionarnos y dudar de nosotros mismos”.
Su fotografía, y concretamente las series, apunta hacia un mundo de (im)posibilidades que no está en la realidad pero que, por otro lado, es más que real, pues está representado para siempre en la placa fotográfica. El desvelamiento de este engaño, a modo de trampantojo, constituye uno de los ejes de su obra. “De toda su obra dos series destacan por sus aportaciones formales y conceptuales. La primera, "Secuencias" iniciada en 1966, se convirtió en referencia obligada al hablar de la capacidad narrativa de la fotografía. La serie pone en cuestión la autonomía y la eficacia de la imagen aislada a la vez que plantea las bases de la puesta en escena fotográfica, una tendencia que tendrá su apogeo con la irrupción de la posmodernidad en el arte de los años 80. La segunda, "Textos" iniciada en el 74, supone una ruptura aún más iconoclasta ya que Michals incluye pequeños textos manuscritos en la copia para reforzar el significado de la imagen. La obra de Michals indaga en los aspectos metafísicos de la vida. Su filosofía nos mueve a mirar dentro de nosotros mismos, mas allá de nuestros miedos, admitiendo nuestra vulnerabilidad” (Enrica Viganò).
"Las cosas son raras" es una fotosecuencia que consta de 9 fotografías, tratadas en blanco y negro. Sucesión de fotografías que forman parte de un mismo espacio y que desvelan el trampantojo del tamaño inicial: los objetos son pequeños, aunque inicialmente nos es imposible adjudicarles tamaño y, por inercia, les estimamos el conocido. En apariencia, se trata de un cuarto de baño, pero la imagen con el personaje desvela que es algo diferente, una maqueta, un almacén, .... La pequeña foto del fondo se ve reproducida en la serie y en su interior, en una espléndida mise en abîme, reaparece el mismo espacio. El título es muy informativo en torno a la propia secuencia de la representación.
Empleaba la técnica de la doble y triple exposición, complementando sus obras con texto, utilizando poca iluminación y equipo técnico; en este caso, la técnica de toma está sin definir, podemos decir que éstas fotografías tienen un tipo de iluminación muy concreta, escasa y puntual, consiguiendo mucho contraste entre blancos y negros.
El formato de toda la serie es rectangular, en orientación horizontal, consiguiendo una sensación de seguridad, además de recoger todos los elementos que Michals distribuía para la composición.
Si observamos las secuencia en el orden en el que está, observamos que los planos pasan de izquierda a derecha, desde un plano detalle, una plano medio y un plano general. Produce un efecto visual jugando con el tamaño de los elementos y las proporciones, creyendo tanto en la primera fotografía como la última (empieza y acaba la serie con la misma fotografía) son planos "generales", pero es todo un engaño. Un engaño que nos mantiene ensimismados, mirando una y otra vez la serie, acabando y volviendo a empezar, en un bucle sin fin.
Un único espacio es fragmentado y analizado. En realidad, la relación figura-fondo se quiebra por el procedimiento secuencial: si en un principio tenemos los saneamientos y al fondo la fotografía, desde el momento en que pasamos a observar como figura esa fotografía, hay una distorsión de los planos espaciales que son, en realidad, niveles intrincado y es precisamente la secuencialidad la que, mostrando diferentes planos espaciales, desvela el trampantojo que nos engaña en el inicio. De esta forma, resulta evidente que la bidimensionalidad de la imagen puede ser redescubierta para negar el efecto de profundidad que, en esencia, apuntaba hacia un principio de verosimilitud. Por otro lado, la fuerte perspectiva permite hablar de un nivel más póximo y otro más alejado.
Mantiene el plano frontal en casi todas las imágenes, exceptuando las del túnel, ya que el objetivo de la fotografía es que todo se vea "natural", que utiliza planos más picados para mostrar bien los elementos importantes de la escena.
Podemos aventurarnos a decir que hay bastante profundidad de campo, vemos todos los elementos defiinidos y nítidos. Igualmente, en las fotografías del túnel, si juega más con el enfoque y desenfoque, enfatizando aún más en la importancia de un sólo elemento, la fotografía del libro.
Los puntos importantes están bien dispuestos, marcando una diferencia y un súmun. Presencia constante de "líneas" que irrumpen en el espacio, aportando una gran fuerza y tensión a la serie, como las piernas del hombre en el baño o el dedo sobre el libro. Marcando puntos fuertes en la composición, consiguiendo una composición equilibrada. También, debemos mencionar las líneas que nos marcan los espacios, la profundidad espacial, como las líneas del suelo del baño. Además de las líneas que pronuncian volúmenes junto a las sombras (marco del cuadro, saneamientos,..).
Desde el punto de vista de la existencia de un punto de fuga, al tratarse de una serie, además no equilibrada en cuanto a su sucesión, no podemos establecer uno que pueda ser estimado como conjunto, aunque sí lo hay en alguna de las fotografías que componen la secuencia: luz al fondo del corredor en el caso del hombre que observa con el libro en su mano, destacado además por la perspectiva y por el foco luminoso.
Otro punto a destacar es precisamente el grano, más bien, la ausencia de grano. Sencillamente, es una serie limpia de grano o textura, y con una nitidez muy precisa.
En cuanto a la iluminación, distinguimos claramente dos espacios. En el baño, encontramos una luz cuyo origen no podemos identificar pero es muy probable que sea artificial, por como se proyecta desde la parte superior derecha y también frontalmente, dejando que las sombras fluyan hacia la izquierda del encuadre. Al aparecer el personaje, el plano se abre y vemos claramente que el haz de luz procede de la parte superior derecha, entrando en juego el elemento que refleja toda la escena, dando una gran fuerza compositiva y visual. Es una iluminación dura que provoca contraste, consiguiendo un blanco y negro puros. En el túnel, no sabemos que elementos proyecta la luz, atreviéndonos a decir, que es artificial, por la posición de la proyección tan baja y potente de luz, aunque sin confirmar, porque no vemos con detalle debido al fuerte contraluz. Utilizando al hombre como escudo en su primera aparición con el libro, y jugando con el destello en la siguiente fotografía en un plano general; haciendo que otorge tensión a la fotografía, potenciada por la cuasi onmipresencia del color negro.
"Las cosas son raras" es una secuencia con fuerza centrípeta, que hace que entres una y otra vez en ella, sin posibilidad de salida. El engaño visual nos atrae y nos atrapa. Demostrando que todo lo que ve el ojo humano no es la verdad absoluta, llevándonos a una reflexión mucho más profunda que lo meramente superficial. Las fotografías que componen ésta serie no son sólo fantásticas por composición, iluminación, u otros aspectos técnicos, sino porque son imágenes que nos remueven, que nos hacen pensar y reflexionar las cosas. Dándote cuenta de la ingenuidad de nuestro ojo, mal educado y acostumbrado a quedarse con lo primero que ve. Son imágenes mágicas, con intenciones claras de llevarte a diferentes mundos sin necesidad de moverse, trasladando todo ese mundo a un mismo espacio, un baño con una fotografía enmarcada. El objetivo de la obra es hacerte reflexionar, hacerte consciente de una verdad, metiéndote en ese mundo, sin dejarte indiferente como un simple espectador.
Son fotografías rompedoras, originales y potentes.
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